Una sociedad participada se refiere a una empresa en la que otra entidad o individuo posee una participación significativa en su capital, generando así un control o influencia en las decisiones de la misma.
Este modelo de participación empresarial es muy común en el mundo de las grandes empresas, y ofrece ventajas importantes tanto para la empresa que invierte como para la empresa que recibe la inversión.
ASPECTOS CLAVE:
- Su principal función es la de invertir dinero de una sociedad a otra sin tributar
- Existe una exención de dividendos en la sociedad participada
- Fortaleza empresarial ante terceros
¿Qué es una Sociedad Participada?
Una sociedad participada es una entidad en la que otra persona jurídica (o física) posee una parte relevante del capital social.
Esta participación otorga al inversor o a la sociedad participante ciertos derechos sobre las decisiones estratégicas, la gestión y los beneficios de la empresa participada.
La sociedad participante, que es la que posee las acciones o participaciones, tiene un papel activo en la toma de decisiones clave de la sociedad participada, aunque en muchos casos, la empresa participada mantiene cierta autonomía.
En este tipo de estructuras, el nivel de control dependerá del porcentaje de acciones que posea la sociedad participante.
Por ejemplo, si una empresa tiene más del 50% de las acciones, es muy probable que dicha empresa tenga un control mayoritario sobre las acciones de la participada.
Sociedad Participada vs Sociedad Participante
Resumiendo rápidamente cada una:
- Sociedad participada. Es la empresa en la que otra entidad ha invertido y tiene una participación significativa.
- Sociedad participante. Es la entidad que realiza la inversión en la sociedad participada.
La sociedad participante, al tener una parte de las acciones o participaciones, puede influir en las decisiones estratégicas. Incluso podría, dependiendo de la cantidad de acciones, ejercer un control decisivo sobre la sociedad participada.
Normalmente, la empresa participada sigue gestionando sus operaciones diarias, pero está sujeta a la influencia o control de la sociedad participante en decisiones clave.
En resumen, la sociedad participada es aquella en la que se invierte, y la sociedad participante es quien invierte, obteniendo derechos y control sobre la primera.
¿Por qué es importante considerar la Sociedad Participada?
Para empresas o emprendedores que buscan expandirse o diversificar su inversión, la creación o participación en una sociedad participada es una opción estratégica que deben considerar.
Este tipo de modelo permite a los inversores beneficiarse de las operaciones de una empresa sin necesidad de involucrarse en su gestión diaria. Además, otorga ventajas fiscales y operativas que pueden optimizar la eficiencia y los rendimientos económicos.
Si estás buscando maximizar tu presencia en el mercado, establecer una sociedad participada podría ser una opción para obtener el control o la influencia en empresas de interés, accediendo así a nuevos mercados o sectores.
¿Cómo funciona una Sociedad Participada?
Una sociedad participada es aquella en la que otra empresa o entidad posee una participación significativa en su capital, lo que otorga a la empresa participante derechos sobre decisiones importantes.
Estructura y relación entre empresas participantes
En la estructura de una sociedad participada, existen dos figuras clave: la sociedad participante y la sociedad participada.
La sociedad participante es la entidad que invierte en la sociedad participada, adquiriendo acciones o participaciones que le permiten influir en la toma de decisiones estratégicas. La cantidad de control que la sociedad participante tiene sobre la participada dependerá del porcentaje de acciones que posea.
Existen diferentes niveles de participación, que van desde
- Parcipación minoritaria, en la que la empresa participante puede influir en algunas decisiones
- Prticipación mayoritaria, en la que la sociedad participante tiene un control directo sobre la sociedad participada.
- Esta estructura es común en fusiones, adquisiciones y alianzas estratégicas.
Derechos y obligaciones de la sociedad participada
Las empresas que forman parte de una relación de participación tienen una serie de derechos y obligaciones.
La sociedad participante tiene el derecho de influir en las decisiones clave de la empresa participada, lo que puede incluir la elección de la junta directiva, decisiones sobre el reparto de dividendos, y la aprobación de planes estratégicos.
En función de la cantidad de acciones que posea, la sociedad participante puede tener el derecho de veto en determinadas decisiones importantes.
Por otro lado, la sociedad participada tiene la obligación de proporcionar información relevante a la sociedad participante, incluyendo estados financieros, planes de negocio y resultados operativos.
Dependiendo de la estructura de la participación, la sociedad participada también podría estar sujeta a auditorías por parte de la sociedad participante para garantizar que se cumplan los objetivos comunes.
Ejemplos de cómo se constituyen sociedades participadas
La constitución de una sociedad participada puede darse de diferentes maneras. Un ejemplo común es cuando una empresa grande adquiere una participación en una startup para aprovechar su tecnología o innovación, sin absorber completamente la operación.
Por ejemplo, una empresa tecnológica puede comprar el 30% de una startup de inteligencia artificial, obteniendo así una participación significativa, pero dejando que la startup mantenga su autonomía operativa.
Otro ejemplo podría ser en el caso de fusiones y adquisiciones (M&A), donde una empresa compra el 51% de otra para obtener el control.
En estos casos, la sociedad participante asume el control mayoritario y puede influir directamente en las decisiones de la empresa participada.
¿Quiénes pueden crear una Sociedad Participada?
Las sociedades participadas no están limitadas a un solo tipo de empresa. Diversas organizaciones, desde multinacionales hasta empresas familiares, pueden optar por establecer este tipo de estructura.
Empresas que optan por ser sociedades participadas
Empresas de todos los tamaños pueden convertirse en sociedades participadas si otra empresa o inversor adquiere una parte significativa de su capital:
- Las multinacionales suelen utilizar esta estructura para expandirse a nuevos mercados o adquirir tecnologías innovadoras sin tener que desarrollar esas capacidades internamente.
- Por otro lado, las pequeñas y medianas empresas (PYMEs) pueden beneficiarse de convertirse en sociedades participadas cuando buscan capital para crecer o expandirse.
- Un inversor estratégico puede adquirir una participación en la empresa, aportando no solo capital, sino también experiencia y conexiones que pueden acelerar el crecimiento de la PYME.
Participación pública y privada en las sociedades participadas
Tanto el sector público como el privado pueden estar involucrados en la creación de sociedades participadas:
- En el ámbito público, los gobiernos o entidades públicas pueden adquirir participaciones en empresas privadas estratégicas para asegurar la continuidad de ciertos servicios o para promover sectores económicos clave.
- En el sector privado, fondos de inversión, capital de riesgo y corporaciones suelen ser las entidades que más participan en este tipo de relaciones. Estas participaciones permiten a los inversores obtener beneficios económicos, al mismo tiempo que ejercen una influencia estratégica sobre las empresas participadas.
Casos de empresas multinacionales y familiares
Un ejemplo común de participación en empresas multinacionales es el caso de empresas automotrices que compran participaciones en fabricantes de tecnología para vehículos eléctricos, asegurando así su acceso a nuevas tecnologías.
Un caso de empresas familiares es cuando un grupo familiar busca expandir su alcance, permitiendo que una empresa más grande adquiera una participación significativa sin perder el control total.
¿Cuándo conviene crear una Sociedad Participada?
La creación de una sociedad participada puede ser ventajosa en una amplia variedad de situaciones.
No solo ofrece beneficios financieros y operativos, sino que también permite que las empresas crezcan y se diversifiquen sin necesidad de asumir riesgos innecesarios.
Ventajas fiscales y legales
Uno de los motivos principales por los que las empresas optan por la creación de sociedades participadas es para beneficiarse de ventajas fiscales.
Dependiendo de la legislación del país en el que operen, las empresas pueden beneficiarse de impuestos reducidos o aplazamientos fiscales sobre las ganancias obtenidas a través de sus participaciones.
Además, la creación de una sociedad participada permite a las empresas proteger sus activos, ya que limita la exposición al riesgo.
Si la sociedad participada enfrenta dificultades financieras o legales, la sociedad participante puede limitar su responsabilidad a la cantidad invertida, protegiendo así sus otros activos.
Estrategias de crecimiento y diversificación
Otra razón para crear una sociedad participada es para implementar estrategias de crecimiento. Las empresas pueden utilizar esta estructura para expandirse a nuevos mercados, acceder a nuevas tecnologías o adquirir conocimientos específicos que no tienen internamente.
Este tipo de crecimiento suele ser menos arriesgado que una adquisición total, ya que permite a la empresa evaluar el rendimiento de la inversión antes de aumentar su participación.
La diversificación también es una ventaja clave. Las empresas pueden adquirir participaciones en diferentes sectores o mercados, reduciendo así su exposición a riesgos específicos de la industria. Esto les permite obtener beneficios de una amplia gama de fuentes y mitigar el impacto de cualquier problema en un sector en particular.
Situaciones en las que es beneficioso ser una sociedad participada
Ser una sociedad participada puede ser beneficioso en situaciones en las que una empresa necesita acceder a capital, pero no desea diluir completamente el control de sus operaciones.
Por ejemplo, las startups tecnológicas a menudo se benefician al ser sociedades participadas, ya que obtienen financiamiento de grandes empresas o fondos de inversión, pero mantienen la independencia operativa para continuar innovando.
Otra situación en la que es beneficioso ser una sociedad participada es cuando una empresa busca entrar en mercados internacionales.
Una empresa puede permitir que un inversor internacional compre una participación significativa, lo que les proporciona no solo capital, sino también el conocimiento y las conexiones necesarias para expandirse en ese nuevo mercado.
Fiscalidad de las Sociedades Participadas
Tratamiento fiscal de los dividendos y participaciones
Las sociedades participadas pueden beneficiarse de un régimen fiscal favorable en cuanto a dividendos.
Generalmente, los dividendos recibidos por la sociedad participante suelen estar exentos de tributación si se cumplen ciertos requisitos, como la tenencia de un porcentaje mínimo de participación en la sociedad participada y mantenerla por un periodo determinado.
Beneficios fiscales para sociedades participadas
Algunas jurisdicciones permiten la exención de impuestos sobre dividendos y ganancias de capital generadas por la participación en otras empresas.
Esta exención favorece la reinversión dentro del grupo empresarial y fomenta la expansión y colaboración entre entidades.
Implicaciones tributarias al ser una sociedad participada
Ser una sociedad participada también implica cumplir con normativas fiscales específicas, como la obligación de presentar documentación sobre las participaciones y su valoración.
Además, puede haber implicaciones en la deducibilidad de los intereses y en la correcta aplicación de las normativas de precios de transferencia, que buscan evitar la manipulación de precios entre empresas del mismo grupo para optimizar la carga fiscal.
Ejemplos de Sociedades Participadas
- Grupo Inditex: A través de su estructura corporativa, Inditex posee participaciones en múltiples empresas de moda y textiles, lo que permite gestionar marcas como Zara, Massimo Dutti y Bershka bajo una sociedad participada.
- Telefónica: La multinacional española participa en diversas empresas de telecomunicaciones en diferentes mercados. Cada una de estas empresas en las que Telefónica posee una participación significativa es considerada una sociedad participada.
- Naturgy: Como gran empresa energética, Naturgy posee participaciones en otras compañías del sector, utilizando el modelo de sociedad participada para diversificar y expandir su presencia internacional.